A este jabón le tengo cariño porque la fórmula la creé para hacer unos jaboncitos de invitados como recuerdo de boda para mi hermana. Como tuvo mucho éxito, lo añadí a la colección.
Es un jabón refrescante con aceites esenciales de naranja, mandarina, limón y bergamota.
El nombre de «Manzana dorada» lo elegí por una curiosidad histórica.
En las mitologías, tanto las mediterráneas como las nórdicas, se hace alusión a las manzanas doradas: Atalanta y las tres manzanas, el Jardín de las Hespérides o el Juicio de Paris (esta es mi preferida) serían referentes de la mitología grecorromana, mientras que por la parte nórdica podríamos hablar de historias como la del Oro del Rin, entre otras.
Lo curioso es que se cree ciertamente que, al hablar de «manzana dorada», se referían a «citrus» que era el antepasado de los cítricos actuales.
Un indicio de ello es que en muchos idiomas la palabra «naranja» deriva de «manzana dorada», como es el caso de la palabra inglesa y francesa «orange» que evoca claramente al oro.
Manzana dorada es un jabón para toda clases de pieles, con aceite de oliva, coco, ricino y, por supuesto, hipérico macerado en aceite de girasol.
El hipérico, más conocido como hierba de San Juan, es reconocido por sus propiedades antiinflamatorias y descongestivas y reduce las consecuencias de los golpes.
Es por ello que Manzana dorada es un jabón ideal para ser utilizado después de hacer deporte.
Encuéntralo aquí: Jabón Manzana Dorada.